lunes, 29 de abril de 2002


JUNTO AL MAR

 “Si, yo tuve un mar sobre mi arena.
Un mar grande sin límites, compacto.”
            Desierto Sájara. Carmen Conde

El silencio baila caprichoso en la roca
mientras juega con las olas
dibujando aquella melodía.
Más allá, donde los ojos no llegan
arrecifes coralinos abrazan los secretos
y labios ultramarinos murmuran
un nombre: el mismo
que atraviesa mi pensamiento.
Busco a tientas respuestas
sin saber si algún día las tendré por completo.
Y aún sintiéndome perdida
en la inmensidad de tu recuerdo
miro alrededor…
hasta parece que el universo ha vuelto sus ojos
y todo es incierto…
Sólo quedan bajo mis pies descalzos
la arena esférica
y las caracolas que trae el mar desde muy lejos.
Es cuando la playa concilia el sueño
que la espuma nerviosa se devora la pena
y el velo que cubre mi sexo se rasga urgente…
Entonces, resisto,
y la espera se hace carne
y se hacen de sal hasta mis huesos.
Y mientras jugamos este juego
yo te busco, ingenuamente,
entre los restos de cada naufragio.
Volver al mar es la urgencia de los días.
Esta empecinada entrega me sostiene
junto a la más larga de las líneas…
Algún día llegarás hasta mí, como la brisa
y el arco de tu boca abarcará mis silencios…
Un olor a salitre y algas desnudas
danzando sobre iniciales mal dibujadas
quedarán en la proximidad de las aguas.
Y después que la marea se lleve
los cristales rotos del espejismo,
el mar será
más subyugante todavía.

(Del libro “Mujeres sin Edén” Homenaje a Carmen Conde, Edit. Playa de Akaba, 2016)

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